sábado, 13 de noviembre de 2010

Contar historias

Contar historias significa contar nuestras vivencias, echar mano del baúl de los recuerdos, dejar que aflore nuestra parte emotiva, otras veces contar una historia es contar experiencias de los demás, los amigos o de quienes se encuentren cerca de nosotros y en muchas ocasiones es sentarse en la parte más apartada echar a volar la imaginación y recrear historias, vivencias; incluso los sueños cuentan historias.

Pero que es lo que puede ser contado y que no puede contarse, que es lo que nos hace soñar, que es lo que nos hace contar historias y porque tenemos la necesidad de contar historias, como dijera el filosofo John Gaby (Juan Gabriel) “pero que necesidad”.

Realmente tendrá la razón el filósofo John Gaby, contar historias será una necesidad, ¿Pero que tipo de necesidad?, de donde proviene esa necesidad suponiendo que así fuera, ¿Todos podemos contar historias? ¿Qué se requiere para contar una historia?  Ganas, experiencias, motivación, el deseo de compartir.

Las historias que se cuentan vienen desde los remotos ayeres dejando impregnada la huella del hombre en la roca, testigo esta de su evolución, deseos de pasar a la posteridad expresando un modo de vivir, un modo de caminar en el tiempo, otras historias pasan de boca en boca, otras se cuentan de manera escrita ¿A que se debe esto?, realmente es una necesidad ¿Necesidad de que? De trascendencia, de perpetuarnos en lo que escribimos, de comunicar, experiencias, conocimientos, de experimentar un vacio al momento en que contamos nuestra historia ¿Será una forma de vaciar y llenar el vaso con agua nueva?.

Contar historias de la manera escrita se puede realizar a través de cuentos, novelas, fabulas; incluso la música escrita u cantada cuentan historias, otra forma es a través de las imágenes (cine). Contar historias nos permite comunicarnos, incluso nos permite crear o recrear imágenes. 


Cuando la historia se cuenta pierde la propiedad de quien la creo más aun de su relator, las diversas expresiones de una historia convierte a su exponente en autor, en razón de que cada relator, cada forma de exponer la historia lo vuelve participe de ella, y a se cierra el circulo de emisor - receptor.   

Las historias se inventan, se escriben, otras son de tradición oral, cada una de ellas trae la carga emotiva del personaje más la que le agregue la persona que la cuenta.

Así , la vida se convierte en una historia que es contada de múltiples formas.

Del ir y venir de la vida

Ya es de tarde. Allí estoy parado frente a esa gran avenida tratando de cruzar del otro lado para tomar el autobús; sin embargo, en ese animo de encontrar similitudes de las cosas, me quedo parado, pensando que de alguna forma la vida es así como esta gran avenida, con un tumulto de coches unos van y otros vienen, a veces un gran numero de automóviles van y pocos vienes o viceversa.

Me quedo quieto mirando, fascinado en mi contemplación, imaginado como la vida es muy parecida a este ir y venir de cosas, sombras, cuerpos se mueven frente mi,  Algo parecido sucede en nuestra existencia diaria, algunas cosas van y otras tantas que vienen. En nuestra vida en algunas ocasiones nuestra vías de acceso se saturan, todo se vuelve un caos y tal parece que no hay manera de quitarlas, de volver ágil el transito, miras a un lado  a otro y no existen vías alternas, o quizás están allí, pero no las miras abstraído en el desconcierto, muchas veces sientes que estas te ahogan o te pueden atropellar, incluso las que vienen no sabes como enfrentarlas, como o porque vienen.

La vida es muy parecida a esta gran vía de comunicación, lo que no entiendo es porque ese a fan de encontrar similitudes, que manía de querer buscar explicaciones en cosas que tal pareciera que no pudieran significar otra cosa que no fuera lo que son, por cuanto son.

Y bueno en este ir y venir en la avenida de la vida: sueños, triunfos, fracasos, historias incompletas, pedazos, fragmentos de cosas, y proyectos nuevos, van y otros vienen

Quizás de vez en cuando valga la pena pararse, quedarse quieto frente a la vida, mirar como los sucesos van y otros vienen, ver, mirar pasar la vida frente a nuestros ojos, como una cadena de sucesos, en la que unos van y otros vienen.