sábado, 24 de julio de 2010

EL LOCO

Se lo que están pensando, he visto como me miran, como se burlan de mi, se que piensan que estoy loco (insensatos no saben que yo se que están locos).


Es cierto que me gusta salir al sol y elevar los brazos al cielo dando gracias al creador, quedarme unos minutos así (hasta que ya no siento mis brazos), apreciar como el sol pega sobre mi cara, como el aire acaricia mi torso desnudo, otras veces  me pongo mi sarape, ese de color negro con blanco, me coloco mi sobrero tejano negro y hago exactamente lo mismo, ¡y que ya por eso estoy loco¡. Quesque porque tiro por las noches toda el agua del estanque, ¡si¡ pero lo hago para lavar el patio que esta muy sucio, dicen que también hablo sólo, como si reflexionar en voz alta fuera síntoma de locura.

Puedo mirarlos y noto como se ríen de mi, como cuchichean, ilusos creen (eso pienso, no estoy muy seguro, como están locos),  que me pueden engañar, todos ellos están deschavetados. Ahora que miro las cosas, en mi familia siempre hemos sido diferentes la gente piensa que estamos locos; sin embargo, es mi esposa y mis hijos quienes están locos. Por las noches cuando finjo dormir, bien que los oigo decir que estoy loco, que deben internarme en un hospital; pero bien se yo, que son ellos lo que están mal, y que si hago lo que hago, es por pedirle a dios que los alivie, pero tengo que entenderlos, lo malo es que nadie me quiere ayudar, a veces me paro frente a la calle y llamo a las personas para que me ayuden con ellos, pero me ignoran, tienen miedo de que ellos les puedan hacer algo. ¡Sí están locos ¡, mis dos hijas todo el día se encierran en sus cuartos junto con sus hijas y nunca salen, no las veo, sólo por las noches cuando piensan que estoy dormido y se juntan para hablar de mí  puedo verlas, a veces toco a sus puertas y no me abren, por ello el otro día tome un hacha y le di a la puerta pero  como es de fierro no la pude abrir hasta que me detuvieron.  

Exactamente  anoche pude oír que conspiraban, dicen, que la noche de anoche, me la  pase destruyendo la cama, ¡locos ¡, ¡la cama estaba llena de alacranes ¡,  y ¡arañas¡, tuve que hacer pedazos las tablas de la cama para poder matarlas, eran un monto,  corrían por todos lados, incluso por las paredes de la casa, `¡tontos¡, me acusan y yo los protejo.

Los huecos que hice en el piso de la casa, ¡lo puedo explicar¡, no es que este loco, ¡no, lo juro¡, lo que pasa es que un ángel me dijo, que allí en algún lugar de la casa se encuentra un tesoro escondido, veinte barriles de monedas de oro, por ello escarbo se que las voy a encontrar, pero ellos no entienden y como son mas me quitan los fierros con que remuevo la tierra.

Ayer se pusieron de acuerdo, llamaron a la policía y me encerraron, por eso estoy aquí, dicen los muy malvados que apedree la casa de mi vecino, ¡ si la apedree ¡, pero ellos no miraban que una víbora pretendía entrar a su casa, como ellos ¡son locos¡, no entienden las cosas y por eso los policias me trajeron esposado, me patearon, se burlaron de mi me gritaban ¡loco¡, sabes que tu estas ¡loco¡, ¡te vamos a llevar al hospital, para que te inyecten y te quiten lo atarantado¡, ¡con baños de agua fría te vas a componer¡. Me encerraron en este cuarto, las ventanas tiene unos barrotes muy grandes, ¡aquí es muy frio¡ ¡no me dejan salir¡. ¡Ya vienen ¡, ¡no, a donde me llevan¡, ¡no quiero ir ¡, ¡no estoy loco, lo juro ¡.